Esos gestos pequeñitos, esas cosas tan sencillas, eso
que muchas veces pasa desapercibido u olvidado, son los detalles…
Vamos tan de prisa y nos quedamos en las formas, que
se nos escapan los detalles…
Detenerse en un detalle, que muestre una visión
distinta, se hace necesario, para descubrir lo más hermoso de la vida.
Ofrecer esos detalles, que expresan sentimientos,
hacen posible sanar, construir, reparar, rescatar y darle vida a lo que
queremos.
Más que cosas grandes o hechos significativos, el
mundo necesita de los pequeños detalles, para reparar y sanar lo que tiene
quebrantado y herido.
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