El estigma del enanismo es algo que viene de muchos siglos atrás. Siempre vamos a batallar con las miradas, palabras, comentarios, situaciones que en ocasiones nos desarmonizan.
Cuando se es niño, puede suceder, que todo lo que hacemos lo minimizan o lo maximizan de acuerdo con el caso; por ejemplo: Si es un error, pueden justificarlo y dejarlo pasar, sin la corrección y el aprendizaje necesario, o si es un logro o acierto, pueden exagerarlo demasiado con la idea de motivarnos a superarnos. Pero de fondo y sin la intención de herir o dañar, esas actitudes pueden ser una de las muchas formas de discriminar.
Siempre comparto, el ejemplo, que, si en un acto del colegio ya sea cultural o deportivo, los niños presentan un baile o juegan un partido; las miradas se fijarán en el chico o chica de talla baja o el que tenga una condición especial; y todo lo que haga o deje de hacer, será llamativo, gracioso, tierno y exaltado. Eso puede llegar a cohibir a algunos niños, a tal punto que, aunque sientan muchas ganas de participar, prefieren no hacerlo, con tal de no recibir demasiada atención y sentirse muy observados. Esto puede afectar su desarrollo emocional, social o afectivo, y en la medida que van siendo mayores, puede ser más difícil y no van a sentirse libres de expresarse.
Por eso, hay que aprender a calibrar las miradas y emociones hacia las personas con ADEE o con cualquier tipo de condición; a tal punto de no caer en las exageraciones con nuestras expresiones; ni maximizarlas, ni minimizarlas, sino, equilibrarlas, como se hace con los demás niños y jóvenes; porque si de por si tenemos las miradas encima y además se exagera o empequeñece lo que hacemos; vamos a perder la espontaneidad y autoconfianza, y preferir no hacer nada.
Alguna vez me preguntaron, ¿qué es lo único que dirías, eso no lo vas a poder alcanzar?, a lo que casi sin pensarlo expresé: - Ganar un reinado de belleza, de esos certámenes que salen en la TV, donde hablan de las medidas ideales, con las cuales a lo largo de los años ha venido luchando la mujer, para romper el estereotipo que habla del cuerpo, el peso y la estatura perfecta.
¿Cuántas mujeres han muerto a causa del suicidio o por algún trastorno alimenticio, consecuencia de los moldes, modelos y modas que impone la sociedad?
Encajar se ha convertido en una tarea complicada, si además de las medidas le agregas una condición física que causa risa peyorativa.
Pero el tamaño no sólo nos condiciona ante el concepto de belleza, sino también a la hora de dar credibilidad y confianza frente a lo que somos capaces de ser y hacer. ¡Qué difícil ha sido para muchos, quitarse el rótulo de “payaso o enano”, a la hora de buscar un trabajo o de desarrollarnos en la carrera que hemos elegido!
He dado muchas entrevistas y casi nunca falta la pregunta: ¿Cuánto mides? A veces pareciera que es lo primero que ven a la hora de conocernos, evaluarnos para algún trabajo o invitarnos a algún lado. Como si la estatura definiera la inteligencia y las capacidades. De allí que surgió mi frase, “No me preguntes cuánto mido, mira como doy la talla”. Y no es que sea un desafío, es una invitación a algo tan simple y sencillo como acercarse, conocernos, leer nuestro currículo y confiar en nuestras capacidades, sin ponerlas a prueba con un metro.
El desempleo es una realidad que se vive en latino américa, lo que complica más las cosas, si tienes una discapacidad. Recuerdo el testimonio de una amiga con ADEE, profesional, que expresaba que su trabajo lo había conseguido por influencias de conocidos. Aunque, la realidad es que aca en Colombia muchas cosas funcionan así; pero eso no es lo que quiere ninguna persona que dedica tiempo y dinero a estudiar y prepararse para salir adelante con el fruto de su trabajo y esfuerzo.
No todas las personas con ADEE han tenido suerte de encontrar empleo tan fácilmente en aquello que tiene que ver con su profesión o perfil. Por eso aún hay muchas personas con enanismo que se ganan la vida honradamente trabajando en los espectáculos y animaciones de circos, fiestas, plaza de toros, discotecas; porque es la manera de subsistir que encontraron, y bien o mal han aprendido a disfrutarlo y sentirse cómodos con eso, no piensan cómo los ven ni rotulan; sino que, gracias a ese trabajo, tienen cómo pagar sus cuentas y necesidades. Pero afuera hay una realidad social en la que aún en el siglo XXI se sigue señalando y minusvalorando a las personas con enanismo, por el estigma de los espectáculos de circo.
No podemos generalizar y afirmar que esa es la realidad de todas las personas con ADEE, porque no es así. Hoy son muchos lo que tienen carreras profesionales, técnicas y se desarrollan en diferentes campos, ocupando cargos importantes, ejerciendo liderazgos y desempeñándose en aquello para lo cual se han preparado.
Cabe anotar que en muchos países hay políticas y leyes en las que el gobierno otorga privilegios a las empresas que manejen la inclusión y den trabajo a personas con discapacidad. Por eso se ofrecen oportunidades laborales a profesionales, así como trabajo no calificado o informal; mientras, no cesa la lucha para que más personas con ADEE tengan un trabajo digno y justo.
¿TENGO UNA DISCAPACIDAD?
¿Es el enanismo una discapacidad? Esa es otra pregunta que causa controversia y que cada persona define de manera personal de acuerdo con su realidad.
Y como lo he venido haciendo, lo primero será definir la palabra DISCAPACIDAD
La OMS define la define como: “Cualquier restricción o impedimento de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para el ser humano”.
Una discapacidad es también una afecciónvdel cuerpo o la mente (deficiencia)
De acuerdo con eso, “una persona con discapacidad es aquella que por razón congénita o adquirida presenta una o más deficiencias de carácter físico, mental, intelectual o sensorial, peso o talla, ya sea permanente o temporal y que al interactuar con las barreras que le impone el entorno social, pueda impedir su inclusión plena y efectiva, en igualdad de condiciones con los demás”.
Para muchas personas, el enanismo como tal, no es visto como una discapacidad; porque se quedan solo con “la baja estatura” y ser bajito no es una limitación que permita el desarrollo normal de la persona; pero si profundizamos en las definiciones anteriores, podemos darnos cuenta, que una persona con discapacidad no es sólo la que no puede caminar, ver, comprender, escuchar y/o hablar; hay otro tipo de discapacidad, y las ADEE, traen algunas afecciones o situaciones que hacen que la persona que posee la condición se enfrente a muchas barreras físicas, arquitectónicas y sociales, que le impiden o dificultan su inclusión plena en igualdad de condiciones que los demás.
Hay quienes a manera personal prefieren expresar, que no tienen una discapacidad; tal vez porque el término lo relacionan de manera peyorativa con la minusvalía, invalidez o incapacidad. Pero es cuestión de concientizar a la sociedad.
En lo personal reconozco y afirmo que tengo una discapacidad, porque a diario y aún en mi propia casa, encuentro barreras que me hacen necesitar ciertas ayudas para poder ser independiente. Además, luego de mi segunda cirugía, quedé con movilidad reducida y necesidad de un bastón para mi desplazamiento.
Independiente a eso, las personas con ADEE, no podemos realizar grandes caminatas, subir andenes, buses o algunos muebles, hacer todo tipo de ejercicios ni esfuerzos físicos, acceder por sí mismos a mostradores o alcanzar cosas en el súper mercado; además, físicamente nuestros huesos se envejecen más rápido que los de cualquier persona promedio y somos propensos a padecer de artrosis, artritis, deformaciones óseas etc.… Sin mencionar a aquellas personas a los que su condición de enanismo trajo otras complicaciones anexas de audición, movilidad, cardiacas, entre otras.
Por tanto, tener una discapacidad, nos hace acceder a ciertos derechos a nivel de leyes.
En muchos países como en Colombia existe el Consejo Nacional de Discapacidad – CND, organismo consultor, asesor institucional y de verificación, seguimiento y evaluación del Sistema y de la Política Pública Nacional de Discapacidad. (Ley 1145 de 2007).
También hay dentro del Marco Normativo de la Discapacidad en algunas leyes o decretos, de los como:
- Ley Estatutaria No. 1618 de febrero 2013. La cual garantiza y asegura el ejercicio efectivo de los derechos de las personas en situación de discapacidad, mediante la adopción de medidas de inclusión, acciones afirmativas y ajustes razonables.
- Ley No. 361 de 1997. Por la cual se establecen mecanismos de integración social de las personas con Discapacidad, y de manera especial el Capítulo IV del Título Segundo sobre la integración laboral de las personas con discapacidad.
- Decreto 392 del 26 de febrero de 2018. Por el cual se establecen incentivos en los procesos de contratación a las empresas que tengan vinculadas personas con discapacidad.
Esta verificación se hará con el certificado que para el efecto expide el ministerio del trabajo.
Más información en la página de:
Inclusión Laboral de Personas con Discapacidad - Ministerio del trabajo (mintrabajo.gov.co) Por ello es de suma importancia tramitar el carné de discapacidad.
También en Colombia, gracias a la Asociación Pequeños Gigantes de Colombia, se dio la aprobación de:
- La ley 1275 de 2009 que establece los lineamientos de Política Pública Nacional para las personas con condición de enanismo. En la norma se indica que gozarán de las mismas consideraciones legales que la población en condición de discapacidad y el gobierno se compromete a la adecuación de las zonas urbanas y a la inclusión social efectiva para dicho colectivo.