Soy una mujer colombiana, con acondroplasia, el tipo más común de enanismo que existe. Soy escritora, conferencista motivacional, maestra y músico. En este blog comparto mis reflexiones, escritas para cualquier persona que quiera vivir a la altura de las circunstancias, a la vez que sirve para transformar las miradas de la sociedad, frente a las diferencias y la discapacidad; y así logremos un mundo más equitativo, incluyente, donde predomine el respeto y la dignidad hacia cualquier persona.
lunes, 24 de diciembre de 2018
EL MEJOR REGALO
EL MEJOR REGALO...
En estos días las calles y almacenes parecen una locura; todos se aglomeran tratando de comprar los regalos para dar en Navidad; los ahorros se invierten, se gasta lo que hay y hasta lo que no se tiene; los árboles y botas navideñas están a reventar de obsequios; las propagan y ofertas invaden las redes y medios de comunicación; para muchos la Navidad es eso...
Por otro lado todo el mundo sube fotos de las obras que hizo, de los regalos que dió, de la ropa navideña que luce, de los alumbrados y arreglos que visitó; además que cada año surgen nuevos motivos y personajes que se apoderan de esta celebración; Papa Noel o Santa Claus con toda su corte de renos, duendes, y demás; arboles y bolitas navideñas, luces de colores, pesebres, todos se convierten en protagonistas de este tiempo tratando de mantener vivo el espíritu navideño.
Pero yo me pregunto, si en toda ese anhelo de dar y recibir, será que es posible mirar a donde más nos cuesta, desprendernos de lo más difícil que es dar o envolver, un abrazo de perdón y de paz, a esa persona de nuestra familia que se siente lejos, distante, por cosas de la vida, donde todos o nadie son culpables...
Hace tanta falta regalar palabras que acerquen, gestos que reparen y sanen, sonrisas que iluminen; todo esto no se vende en ninguna tienda, es gratis, pero vale más que cualquier regalo y cuesta tanto, que a veces se hace difícil darlo.
Si en Navidad celebramos el Nacimiento de nuestro Salvador; si los ángeles lo anunciaron diciendo: Gloria a Dios en el cielo y en las tierra paz a los hombres que aman al Señor”; digamos: FELIZ NAVIDAD a esa persona que más necesita escucharlo; a aquella con quien debemos hacer las pases.
Si fuimos capaces de comprar tantos regalos y de hacer feliz a muchos, demos el Paso y dejemos que el Niño Jesús nos llene de fuerzas y sabiduría para celebrar su venida con Amor y Paz, ese es el Mejor Regalo.
Aún estás a tiempo de regresar de donde te has ido, de llamar a quién hace mucho no llamas, de abrazar a quien tiene el corazón herido, de decir te amo a quién más anhela escucharlo...
Despójate de todo lo que te impide hacerlo, ahí en ese desprendimiento está la pobreza de un establo donde el Niño Jesús libre de peros y excusas, quiere nacer...
FELIZ NAVIDAD
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