El tiempo perdido no es, como muchos creen, el tiempo de descanso en el que al parecer no hacemos nada que produzca dinero; se pierde el tiempo cuando dejamos que muera todo aquello que queremos.
El tiempo perdido, es el que se deja pasar esperando que nos pidan perdón, para poder sanar una herida; sin pensar que quizás se acaben las oportunidades y sea demasiado tarde y no se puede volver atrás para cambiar la dura realidad.
Perdemos el tiempo, inventando excusas en vez de darnos la oportunidad de intentarlo…
Se pierde el tiempo asumiendo el papel de víctimas y en la primera dificultad que tenemos, renunciamos a lo que soñamos o amamos.
Es tiempo perdido el que se arroja a la basura peleando o quejándonos; fabricando miedos, complejos, o cuando dejamos de luchar dando por hecho que ya no hay nada más que hacer y renunciamos sin hacer el intento…
Y así me sorprende mi loca, que lee y escucha siempre lo que pienso y me dice: hay mucho más que todo eso, pero no pierdas el tiempo pensando; ¡levántate!, es hora de que aproveches tu momento, haciendo aquello que debes hacer para sentir que estás viviendo a plenitud y que has sabido aprovechar el tiempo que Dios te da…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario