Tuvo que pasar algo así en el mundo, para que nos acordáramos de dedicar tiempo a aquello que habíamos olvidado.
Ahora podemos recordar lo que es estar en casa y compartir en familia; al tiempo que se ayuda a los hijos a fabricar recuerdos que algún día van a contar.
Y aquellos abuelitos olvidados y abandonados, que aún en casa se sentían solos, hoy soy los más mencionados y protegidos, hemos vuelto a ellos nuestros ojos.
Tantas veces que pasamos al lado del habitante de la calle y ni siquiera lo miramos; hoy nos refrescaron la memoria con fotografías que muestran nuestras ciudades solas y a ellos acostados solos y abandonados.
Nos refrescaron la memoria y ahora nos acordamos de hablarle y saludar, así sea de manera de virtual, a tantos que dejamos de lado por estar muy ocupados.
Ahora nos acordamos de los que cumplen en estos meses, cuando antes muchas veces olvidamos sus cumpleaños.
Y volvimos a recordar los juegos y los momentos en familia; los gestos y las palabras de cariño, las oportunidad y el tiempo que antes nunca aprovechamos ni compartimos.
Nos refrescaron la memoria y hoy todos hablamos de lo mismo; y los médicos tan necesarios, esos que en muchos países son los peores pagados, son los que más se están arriesgando y sacrificando, enfrentando al tan temido virus.
Nos refrescaron la memoria y esta parte de la historia muchas generaciones la van a contar algún día.
Nos refrescaron la memoria y hemos acudido a tantas oraciones que habíamos olvidado, y hemos vuelto a buscar espacios para Dios, cuando antes decíamos que no había tiempo para hablarle, ahora buscamos muchos instantes para pedirle que nos libre de todo mal y nos proteja de esta enfermedad.
Nos refrescaron la memoria, y no es ningún castigo, es como el juego de la yenga, en que armas mal la torre y le vas quitando aquello que le da estabilidad y cuando menos piensas se te derrumba; así es la vida y esta es de las muchas cosas que vamos a ir aprendiendo en este camino.
KARY ROJAS
Escritora, Maestra, Conferencista.
Soy una mujer colombiana, con acondroplasia, el tipo más común de enanismo que existe. Soy escritora, conferencista motivacional, maestra y músico. En este blog comparto mis reflexiones, escritas para cualquier persona que quiera vivir a la altura de las circunstancias, a la vez que sirve para transformar las miradas de la sociedad, frente a las diferencias y la discapacidad; y así logremos un mundo más equitativo, incluyente, donde predomine el respeto y la dignidad hacia cualquier persona.
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