martes, 31 de marzo de 2020

APRENDIMOS A CONTAR...




De repente algo sucedió y aprendimos a contar…
Y contamos los días que pasan y los que faltan…
Contamos a los enfermos, a los que fallecen y a los que se sanan…
Contamos la comida que tenemos y la que queda…
Contamos a las personas que no tienen nada y a las que quieren ofrendar de lo que tienen…
Aprendimos a contar y multiplicar los panes, en la medida que lo compartimos…
Contamos los insumos que hay y los que necesitan nuestros médicos y enfermeras…
Contamos los países del mundo que padecen lo mismo…
Aprendimos a contar de otra manera; no acumulando, sino aprovechando y valorando;
Aprendimos a contar lo que hay y lo que se va acabando; contamos también los sueños que queremos alcanzar, que ya no son los mismos  porque algo en nosotros ha ido cambiando...
Aprendimos a contar los kilómetros que nos separan de muchos que amamos y están lejos; y ahora nos ingeniamos miles de formas de acortarlos…
Aprendimos a contar, rezando, suspirando, donando, cuidando; confiando que todo esto va a pasar y que mientras pasa, contamos los momentos especiales que nos esperan, las personas con las que queremos compartirlos, los abrazos que queremos dar y las infinitas gracias que brotarán desde millones de corazones agradecidos cuando todo haya pasado y seamos mejores seres humanos de lo que fuimos.
KARY ROJAS

lunes, 30 de marzo de 2020

EL MUNDO DESDE MI VENTANA

Y de repente un día, me tocó ver el mundo desde mi ventana…
Se acabaron los juegos en el parque y los paseos a la playa…
Ya no puedo correr por el jardín, ni sentir la arena en mis pies…
Nunca pensé extrañar tanto la escuela, como desde ese día que sólo puedo verla desde la ventana…
Me asomo y no logro ver a mis maestras y amigos. Ya siento que los extraño, que quiero estar con ellos, jugar en los recreos y hacer las tareas de su mano.
Extraño tanto visitar y abrazar a los abuelos… Poder caminar por las calles sin miedo.
A veces solo me pregunto, si hice algo mal para no poder salir y sentirme como castigada; pero mamá me explica que hay que quedarse en casa para cuidarnos, también lavarse muy bien las manos y dar menos besos y abrazos.
Nos dicen que afuera hay un virus muy malo que nos ataca, pero me asomo a la ventana y no veo nada más que aquellos animales que casi nunca veía, ahora andan por las calles sin miedo a nada.
Cuando grande quiero ser Doctora, para ayudar a salvar el mundo como lo hacen los médicos de ahora.
Cuando crezca voy a contarle a todos, que hubo un tiempo en que muchas cosas las viví a través de una pantalla y mientras soñaba salir al mundo, que ahora limpiaba sus cielos y mares, pero que sólo puedo ver y sentir desde mi ventana.

sábado, 28 de marzo de 2020

Y MIENTRAS TANTO, EXISTEN MUCHAS CONTRADICCIONES.


Y mientras muchos han vuelto a casa y se protegen, hay tantos que tienen que salir a dar la batalla y se exponen… 
Y mientras para algunos es un tiempo de descanso, para otros es un tiempo de angustia para sobrevivir.
Y mientras existen aquellos a quienes las circunstancias sacan lo mejor de sí mismo, a otros, le invocan sus demonios y los dejan salir.
Y mientras hay de los que toman con madurez la realidad, hay muchos que la ignoran, se burlan de ella y la prefieren desafiar.
Y mientras algunos piensan en el otro y tratan de ayudar; están los que piensan en sí mismos y quieren sacar provecho de los demás.
Y así como están los que creen en Dios y los que han vuelto a orar; hay otra parte que prefiere ser escéptico, otros quedar en el aire y esperar a lo que puede pasar.
Están los espectadores y los protagonistas, pero también los que actúan en silencio y hacen la diferencia.
¿De qué lado estás?... Ojalá de los que se cuidan y cuidan, esos que de muchas formas aportan su granito de arena y ayudan a que estos tiempos pasen pronto y salgamos victoriosos, para Gloria de Dios que nos ama y nos da fortaleza; y triunfo de todo el personal de salud que está batallando.

Kary Rojas
Escritora - Maestra - Conferencista Motivacional

martes, 24 de marzo de 2020

CADA UNO SACA SU YO

Y en medio del encierro, cada uno saca lo suyo...
Su yo artista... Su yo poeta... Su yo dormilón... Su yo asendoso... Su yo que nadie conocía... Su yo mugroso... Su yo religioso... Su Yo deportista... Su yo perezoso... Su yo egocéntrico... Su yo chistosin... Su yo sarcástico... Su yo víctima... Su yo paranoico... Su yo político... Su yo juez... Su yo latoso... Su yo original... Su yo copietas... Su yo on toy?... Su yo escondido... Su yo desconocido ... Su yo que siempre ha sido... Su yo enamorado... Su yo positivo... Su yo negativo... Su yo loco... Su yo muy suyo... Cuál es el tuyo?...

NOS REFRESCARON LA MEMORIA

Tuvo que pasar algo así en el mundo, para que nos acordáramos de dedicar tiempo a aquello que habíamos olvidado.

Ahora podemos recordar lo que es estar en casa y compartir en familia; al tiempo que se ayuda a los hijos a fabricar recuerdos que algún día van a contar.

Y aquellos abuelitos olvidados y abandonados, que aún en casa se sentían solos, hoy soy los más mencionados y protegidos, hemos vuelto a ellos nuestros ojos.

Tantas veces que pasamos al lado del habitante de la calle y ni siquiera lo miramos; hoy nos refrescaron la memoria con fotografías que muestran nuestras ciudades solas y a ellos acostados solos y abandonados.

Nos refrescaron la memoria y ahora nos acordamos de hablarle y saludar, así sea de manera de virtual, a tantos que dejamos de lado por estar muy ocupados.

Ahora nos acordamos de los que cumplen en estos meses, cuando antes muchas veces olvidamos sus cumpleaños.

Y volvimos a recordar los juegos y los momentos en familia; los gestos y las palabras de cariño, las oportunidad y el tiempo que antes nunca aprovechamos ni compartimos.

Nos refrescaron la memoria y hoy todos hablamos de lo mismo; y los médicos tan necesarios, esos que en muchos países son los peores pagados, son los que más se están arriesgando y sacrificando, enfrentando al tan temido virus.

Nos refrescaron la memoria y esta parte de la historia muchas generaciones la van a contar algún día.

Nos refrescaron la memoria y hemos acudido a tantas oraciones que habíamos olvidado, y hemos vuelto a buscar espacios para Dios, cuando antes decíamos que no había tiempo para hablarle, ahora buscamos muchos instantes para pedirle que nos libre de todo mal y nos proteja de esta enfermedad.

Nos refrescaron la memoria, y no es ningún castigo, es como el juego de la yenga, en que armas mal la torre y le vas quitando aquello que le da estabilidad y cuando menos piensas se te derrumba; así es la vida y esta es de las muchas cosas que vamos a ir aprendiendo en este camino.

KARY ROJAS

Escritora, Maestra, Conferencista.

lunes, 23 de marzo de 2020

LLEGÓ EL MOMENTO...


Llegó el momento de volver a casa, a estar en familia, a tener a mamá presente y a que papá también juegue con sus hijos… 

Llegó el momento de que la mesa estuviera de nuevo llena y la familia quiera cocinar juntos…

Llegó el momento en que los padres hacen de nuevo las tareas con los hijos y ya no son las empleadas las que realizan este oficio.

Es más, llegó el momento en que entre todos se hagan los quehaceres de la casa y en familia se vean divertidos.

Llegó el momento de darle un poco de descanso al cuerpo, de echar una mirada a lo que tenemos, de reconocer a los que amamos y descubrir cosas que no habíamos visto, por no tener tiempo.

Llegó el momento de que muchos se acuerden de orar y hasta se pongan un tiempo para hacerlo unidos, de valorar a todos los médicos y los niños sueñen en querer ser doctores o científicos, para en momentos como estos, sean los que, de la mano de Dios, salven el mundo.

Llegó el momento de dejar la ropa y zapatos de marca en el armario y ponerse lo más cómodo que tenemos, de aprender a racionar la comida y acordarnos de los que no tienen alimento.

Llegó el momento de darnos permisos de hacer cosas tontas, para divertirnos y no pensar en los malos tiempos.

Llegó el momento de disfrutar un poco más el estar en casa y no sentir el hogar un lugar ajeno.

Llegó el momento en que las calles se ven limpias y los pájaros vuelan sin miedo; los cielos se ven despejados, porque los autos y las fábricas han apagado un poco sus maquinas y los trabajadores están en casa protegiéndose y protegiéndonos.

Llegó el momento en que los ríos y mares se ven más limpios porque no hay gente ni embarcaciones contaminándolos, con todo lo que arroja en ellos.

Llegó el momento, de extrañar tantos los besos y los abrazos, ahora que están prohibidos; y reconocer que antes cuando podíamos darlos, muchas veces los dejamos de lado o los reprimimos.

Llegó el momento, de volver a las cosas más simples y sencillas, de pensar un poco en los demás, de dar gracias, cuidar y valorar lo que tenemos, porque no sabemos en qué momento podemos perderlo.

Llegó el momento en que sentimos necesidad de volver a Dios, no importa cómo le llamemos, en saber y sentir que somos muy frágiles, y aunque no se vea la diferencia, las cosas con El no son lo mismo que sin El, porque de su mano, siempre hay esperanza y confianza de que todo va a estar bien, porque confiamos en su infinita misericordia y en su amor eterno.

Kary Rojas
Instagram @karyrojas1528
Twitter: @rojaskary

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jueves, 19 de marzo de 2020

CUARESMA VS CUARENTENA


Los católicos cada año vivimos el tiempo de cuaresma, tiempo que parte de los 40 días que Jesús vivió en el desierto, preparándose para su Vida pública, su pasión, muerte y resurrección. Pero muchos pasan de largo y no se permiten tomarse tiempo y espacio para reflexionar, orar, volver a casa, perdonar, sentarse a la mesa, despojarse de tantas cosas que colocan distancias con el otro.

Hoy podemos decir, que la humanidad está viviendo a cabalidad este tiempo con todo a lo que nos invita; sin importar en lo que crea o no crea. Nos llegó el momento de volver a casa, de sentarnos a la mesa y compartir, de estar con aquellos que quizás poco estamos, de dejar descansar un poco el planeta.

Hoy todos los lugares públicos están vacíos y las casas están llenas; y muchos se acuerdan que tienen vecinos, y sienten necesidad de salir a los balcones y ventanas para verlos, saludarlos o compartir aún en la distancia, cualquier gesto que nos haga sentir hermanos.

Hoy más que nunca todos extrañamos los abrazos y besos que quizás muchas veces negamos o nos reprimimos, esos que si antes nos salvaban el alma, ahora irónicamente nos pone en peligro darlos…

Hoy es que estamos valorando lo que tenemos y nos estamos dando cuenta que todo el dinero no nos sirve sino puedes salir a gastarlo.

El ayuno se está dando, porque hay que racionar la comida y privarse de muchas cosas de las cuáles gozábamos; y la oración ha vuelto a ser una necesidad porque estamos en tiempos de crisis, en los que muchos han vuelto a creer; hoy aunque algunos piensan sólo en sí mismos; otros estamos pensando en los que están en las calles, en los que necesitan el día a día de trabajo para llevar pan a su casa.

Y como todo en la vida, hay quienes creen que se exagera, que todo, hasta el virus es fanatismo; cada uno especula y cree lo que quiere creer; acusa como en los tiempos de Jesús al inocente, y hay otros que sin importar lo que pase, desobedecen. Pero tarde que temprano, comprenderán, que es justo y necesario tomarnos este tiempo, alejarnos a nuestro propio desierto; aprender a vivirlo, recuperar lo que tenemos y vivir un día a la vez, porque el futuro es incierto.

Hoy hay que aprender a morir y despejarnos de tantas cosas que no sirven ahora, porque lo importante es lo que tenemos en casa; la familia, el pan de cada día, la salud y la posibilidad de enfrentar y superar lo que estamos viviendo.

Que esta Cuaresma vs cuarentena, nos haga renacer a nuevos sueños, nos de nuevas fuerzas y nos permita ser personas nuevas, más justas y humanas. Que el que nos vea, reconozca en nosotros la paz, la fe, la esperanza y la caridad, que se necesita para contagiarla en el mundo y podernos salvar y resucitar.

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Kary Rojas
Maestra, Escritora y Conferencista
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sábado, 14 de marzo de 2020

NO SE TRATA, NO ES CUESTION DE...



Todo lo que está pasando, no es cuestión de chiste y bromas, porque hay muchos que están sufriendo por esto de distintas formas; ni de indiferencia o terror; porque tampoco son buenos estos extremos.
No se trata de leer y publicar todo lo que sale por todos lados, porque hay mucha fuente que no es verídica y solo quiere causar pánico; pero tampoco es cuestión de estar desinformados y actuar como si nada estuviera pasando.
No es cuestión de buscar culpables o criticar lo que otros hacen o no hacen; se trata de que cada uno tome conciencia de lo que debe hacer y lo haga, porque en este momento todos ya somos responsables.
No se trata de pensar sólo en los míos y en mí, sino de actuar pensando en todos, en nosotros y en ellos; que no olvidemos que somos los demás de los demás, y de uno u otro modo, con un pensamiento egoísta, todos saldremos perdiendo.
No se trata de solo algunos, sino de todos, porque este virus no discrimina ni selecciona, simplemente se apodera de quien lo toca.
Estamos mucho más enfermos de imprudencias, chismes, egoísmos, pánico, indiferencia, irresponsabilidad, maldad, deshonestidad, corrupción, avaricia; esos virus nos están matando todos los días y están haciendo que estos otros virus se apoderen de la humanidad.
Y para los que creemos en Dios y confiamos en su infinito amor, unámonos en oración, para pedirle que en su inmensa misericordia actúe en el mundo y nos enseñe a actuar como debemos, para que todo pase pronto. Abandonémonos al amor maternal de Mamita María para que interceda por nosotros ante su Hijo Jesús. #CORANOVIRUS

sábado, 7 de marzo de 2020

SOY MUJER, NO TENGO LAS MEDIDAS, PERO DOY LA TALLA

Dicen que para ser Reina de Belleza, hay que tener las medidas; soy Mujer, no tengo las medidas, ni la estatura, pero estoy a la altura y doy la talla; no soy modelo de pasarela, pero soy la reina de mi familia y lucho por ser modelo de Mujer, desde el coraje, la fortaleza y la Fe que me caracterizan Con un molde como el mío, Dios no se equivocó, todo lo hizo tan bien, que rompió muchos estereotipos que impone la sociedad y que le roba la autoestima a tantas mujeres, que se hacen daño a sí mismas, por querer encajar.

Tengo 1,20 de estatura por una condición genética llamada acondroplasia, que el mundo estigmatiza como enanismo, pero que no es más que una manera diferente de hacer las mismas cosas que cualquiera. Tal vez camino con dificultad y no tengo una pasarela; pero doy pasos cortos con pisadas firmes y quizás hasta me toque hacer maromas y subirme a una silla para alcanzar lo que quiero, porque vivimos en un mundo inaccesible y excluyente; pero eso me ha hecho más recursiva y fuerte, nada me detiene en el intento.

Soy Mujer, en cuerpo y alma, y no me quito la ropa para defender mis derechos, ni hago dietas extremistas para verme sin miedo al espejo; simplemente me pongo lo que me hace sentir bien, me quito lo que me pesa y me veo con todo lo que soy, lo que puedo ser y hacer; me identifico con un concepto de belleza que va más allá de formas, tamaños y colores, rompo estereotipos, acojo la moda que me acomoda y no la que me imponen; y aunque deba levantar mi mirada para ver a los demás a los ojos, vivo de tal forma que cuando me miran, se dan cuenta de la Mujer que soy.

Soy Mujer, no fui Madre, pero tengo mi instinto maternal que derrocho con mis sobrinos y alumnos; soy Maestra y como tal me desarrollo profesionalmente, queriendo educar a la Sociedad en la inclusión y en los Derechos humanos de todas las personas, de cualquier condición.

En el mes de la Mujer, no promuevo una celebración, porque esta fecha más que fiesta, es un día de hacer memoria de aquellas mujeres que dieron su vida para que nuestros derechos fueran visibles, y a partir de ahí, seguir levantando la voz y defendiendo a tantas mujeres vulneradas y reprimidas que aún existen. Por eso desde la Mujer que soy, a la altura de mis circunstancias, trabajo incansablemente por educar a la niñez y juventud, especialmente Mujeres, para que se amen y defiendan su dignidad, que se quiten el estigma de ser objeto sexual,

Si me ves, defino con mi vida el concepto de Mujer, como todas las mujeres del mundo; y no necesito aprobación de la sociedad para verme al espejo sin miedo y contemplar lo que Dios creó en mí, cuando me soñó y me hizo Mujer.