Por estos días muy cerca de mí, he visto pasar el Auto bus que va directo al cielo…
Es común que cuando una persona cercana parte, me entero de otras más que van partiendo, en muy poco tiempo. Y preguntándome porqué suceden estas cosas, entendí que quizás de vez en cuando viene a la tierra un Auto bus que va directo al cielo, a recoger esos pasajeros que ya tienen su equipaje listo, los que ya cumplieron su misión, los que se llevan todo el amor que sembraron en el mundo, los que merecen emprender ese viaje hermoso al País del Nunca Jamás, donde podrán verse cara a cara con Dios.
Nadie sabe cuando pasa, quizás en el fondo de su corazón solo los que van a viajar en él, empiezan a percibir que su hora de partir está cerca y dicen y hacen cosas, que los que nos quedamos decimos: “Parecía como si se estuvieran despidiendo”.
Y es que sólo el mismo Dios sabe el día y la hora, y por eso muchas cosas que parecían coincidencia, luego que el Auto bus pasa y se los lleva, entendemos que fueron Providencia… y entendemos también que no es nuestro momento, cuando nos preguntamos o reflexionamos de muchas cosas que debimos hacer y no hicimos, y que impidieron que estuviéramos justo ahí en ese instante en que el Bus llegó y se los llevó.
Desde hace un tiempo, he aprendido a sentir que aquellos que decimos que se han muerto, realmente se han ido de Viaje muy alto y muy lejos; a un lugar donde nadie sabe, donde tal vez cada uno tenga su propio cielo, cada quien como lo viva y como lo sienta, pero sintiendo una paz que ya no se las roba nadie, colocándose a veces alas, para cuidar desde arriba a los que quedamos abajo y que ellos aman; porque algo sé y he sentido, que los que parten y nos han amado demasiado, no nos olvidan ni nos abandonan, nos cuidan y se hacen sentir presente como el mismo Dios lo hace, de mil formas…
Hoy les deseo un buen viaje, a aquellos que en estos días han partido, a los que llevan en su equipaje todo lo que vivieron, a esos que nos dejaron el amor y los momentos hermosos que compartimos…
Saludos a los que se fueron antes y seguimos extrañando, ahora les llegó el momento que disfruten de la Paz que solo nos da Dios y que descansen; porque ya hicieron bastante en este mundo y por eso su recuerdo será imborrable y su presencia la extrañaremos por todo lo que en vida nos dieron…
He aprendido y entendido con todo esto, que cómo nadie sabe cuándo y por dónde pasa el bus que va directo al cielo; vivamos siempre como si fuera el último día que estamos en la tierra o que compartimos con los que amamos, para que cuando llegue la hora de partir, no nos queden los SI HUBIERA, sino los GRACIAS por lo que compartimos y disfrutamos…
Buen viaje a todos los que salieron en este recorrido… Saludos a todos en el cielo…
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