Tantas veces estuvimos en el mismo lugar pero no nos unía aún ningún lazo especial, siempre he creído que las cosas pasan cuando deben pasar, y las personas cruzan sus caminos en la estación precisa para que florezca ese sentimiento que no permitirá, que el tiempo ni la distancia pueda a las almas separar…
Aprendimos a conocernos, a ir compartiendo nuestro sentir y pensar; y en ese ir y venir, rompiendo barreras y acercándonos cada día un poco más, entre tantas otras rosas que habían, elegimos la nuestra que apenas florecía y le pusimos por nombre "Amistad"…
La cultivamos con gotitas de amor, la alimentamos con tiempo, escucha, paciencia, respeto y sobre todo mucha comprensión; la acompañamos siempre y la cubrimos para que no la maltratara ni la lluvia ni el sol; cuidamos de no tocar sus espinas, de hablar siempre mirándonos a los ojos y expresarlo todo con confianza, para que no nos sangrara el alma ni nos causáramos dolor…
Nos pusimos alas para convertirnos en ángel o mariposa y volar para estar siempre ahí cuando nos fuéramos a necesitar; llenamos nuestros espacios de color, de tal forma que en cada tormenta de la vida, se nos encendiera una estrella y nos apareciera un arcoíris que nos ilumine en los momentos de más oscuridad…
No hay nada programado, no hay presiones ni exigencias, es un sentimiento noble y libre que se forja en el día a día, en la cuál se comparte sin forzar las experiencias; solo existe la certeza de la verdadera amistad, que supera todo vacío y soledad, y que aparece cuando más se espera, porque en el fondo sabemos y sentimos cuando nos hemos de necesitar.
Y aunque existe una plena unión entre las almas, cada quien tiene su propio camino y misión, y en ocasiones se nos presentan momentos de separación; pero cuando una amistad se fundamenta en la manera de amar que nos enseñó Dios y sabemos que El fue quien nos unió; no existe tiempo ni distancia, no se siente la partida; por eso cada vez que de ti me despido, así sea por un ratico, porque no te veré mañana o porque llegó la noche y se acaba el día, sabiendo que quizás algún día tomaremos un nuevo rumbo que nos lleve a explorar corazones y cultivar nuevas flores, yo le hablo siempre al Amigazo de ti y te doy mi bendición, te digo desde lo más profundo de mi corazón: MISPA, para que Dios esté siempre entre tu y yo, cuando nos hayamos separado y nos toque decirnos hasta pronto o adiós…
Sin darte cuenta me haces cada día mejor persona, porque por ese deseo enorme de poder siempre ofrecerte lo más puro y hermoso que hay en mi corazón, mantengo mi alma en contante renovación y reparación, y la confío junto con la tuya, en las manos del Amigazo Dios… "MISPA Gen 31, 49"
Soy una mujer colombiana, con acondroplasia, el tipo más común de enanismo que existe. Soy escritora, conferencista motivacional, maestra y músico. En este blog comparto mis reflexiones, escritas para cualquier persona que quiera vivir a la altura de las circunstancias, a la vez que sirve para transformar las miradas de la sociedad, frente a las diferencias y la discapacidad; y así logremos un mundo más equitativo, incluyente, donde predomine el respeto y la dignidad hacia cualquier persona.
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