domingo, 24 de mayo de 2020

EL DIA EN QUE USAR ESTO SE VOLVIO NORMAL Y MUCHO MÁS



Mayo 2020: EL DIA EN QUE ESTO SE VOLVIO NORMAL...
Llega un momento en la historia en que lo raro se vuelve normal, y la humanidad se va acomodando a eso; a veces se le llama progreso, otras veces cambio de mentalidad y hay quienes le llaman "reinventar"...
Las circunstancias nos han llevado a esto, pero para mi, que crecí en un tiempo en que salir a la calle y jugar sin miedo, era lo mejor que podía haber; en que las sonrisas no eran caricaturas, sino reales, en que las carcajadas dejaban ver hasta nuestras amigdalas; en que las celebraciones eran en persona y no virtuales; en que los abrazos eran provechosos para el alma y no peligrosos para el cuerpo. Me cuesta mucho pensar en que los niños que vienen, van a crecer que es raro todo eso y que es normal lo que ahora estamos viviendo. Y crecerán sin experimentar el calor fraterno del contacto humano; ni la libertad de salir sin miedo aún de los que amamos, porque no sabemos si puedan contagiarnos...
Nos dicen que tenemos que aprender a vivir con este virus y que debemos cuidarnos;lo que quiere decir que para estar sanos, debemos tener distanciamiento humano y nada de eventos sociales que muchas veces eran más familiares que acontecimientos social. En fín... Agradezco haber nacido en la era en la que nací, donde me gocé correr, saltar, abrazar, bailar, jugar sin miedo... Donde los villanos eran los que veía en las películas y en los cuentos; de resto eran poco los malos de los que te cuidabas en la calle; y del único bicho del que te alejabas, eran de los piojos de tus compañeros, que si te daban, eran molestos, pero no te mataban.
Nunca imaginé vivir esta parte de la historia, aún me cuesta creerlo...
Lo lamento mucho por las nuevas generaciones, creo que los adultos y los maestros, tendremos que reinventarnos la manera de trabajarle sus emociones, para que no las repriman, ni las deformen, sino que puedan expresarlas y desarrollarlas de tal manera, que no crezcan con vacíos afectivos, ni se roboticen de tanta pantalla y virtualidad en la que viven.
Una reflexión que como Maestra me hago, pensando en mis sobrinos y en los niños y jóvenes que acompaño. Que Dios nos ayude en el camino y que por lo menos la Fe no se pierda en estos momentos, donde más necesitamos tener paz y esperanza en el alma. KR

sábado, 9 de mayo de 2020

Y CUANDO TODO PASE, ¿SEGUIREMOS SIENDO LOS MISMOS?

Todo el mundo sueña y hace planes de todo lo que quiere hacer cuando este pase.

Algunos dicen que van a visitar a sus seres queridos que están lejos, otros que volverán a sus trabajos o escuelas, que añoran saber que pueden abrir sus puertas para correr, caminar, cantar, bailar y abrazarse hasta no tener más fuerzas.

Pero, luego de sentirnos encerrados y vivir con ansias que nos liberen del encierro, después de tanto tiempo y tantas cosas que hemos vivido y de las que hemos sido testigos, será que allí en nuestro interior, ¿seguiremos siendo los mismos?

Nos vimos obligados a volver a casa y no buscar la excusa de “no tengo tiempo”, para compartir en familia o buscar un espacio para comunicarnos con amigos y personas con las que ya ni saludábamos, por estar tan ocupados.

Se nos desbarataron o aplazaron muchos planes que teníamos y nos tocó aprender a vivir el día a día con lo que hay y con los que están. Y qué decir de tantas “pintas” y accesorios que usábamos de acuerdo con la ocasión, y ahora reposan en un armario, sin ninguna utilidad y sin valor. En cambio, volvimos a lo más descomplicado y cómodo que podemos usar; pero si hay teletrabajo, nos vestimos solo la mitad, para tener una apariencia distinta que mostrar.

Salir es como ir a la guerra, es vestirse, como dirían los perros: “con bozal”, forrados de pies a cabeza y con miedo de tocar a alguien más… Parece que viviéramos nuestra propia película de ciencia ficción en la que nos invadieron aliens en forma de virus que se esconden donde menos imaginamos y quieren acabar con los seres humanos. Sólo los animales son verdaderamente libres, caminan por las calles que alguna vez les robaron para construir ciudades; respiran un aire más puro y nadan por aguas limpias, descontaminadas de las personas y sus desechos.

¿Será que algún día, cuando todo esto pase, ¿el mundo seguirá siendo el mismo? ¿Será que con el tiempo volvamos a buscar excusas para la familia y los abrazos; y sigamos contaminando el mundo? ¿Será que realmente nos sentiremos libres de apariencias y superficialidades, y valoraremos más las cosas sencillas y pequeñas? ¿Será que nuestra humanidad se renovará y aprenderemos a tener más consideración y misericordia con los demás, sin necesidad de pensar solo en nosotros mismos?

Hay quienes en medio de este camino aprendieron a creer en Dios o en dioses, otros fortalecieron la Fe tibia que tenían y están los que siguen agnósticos y viven de acuerdo con sus propios criterios y conclusiones; pero lo importante, sea cuál sea la espiritualidad o estilo de vida, es que no seamos los mismos y que aprendamos a ser mejores personas de lo que fuimos.

Algo tiene que cambiar en cada uno, porque afuera ya nada será igual; y las nuevas generaciones vivirán, pensarán y actuarán de otro modo, porque van a encontrar un mundo diferente. Tal vez nos cueste creer eso, tal vez ahora los sueños serán con los pies en el suelo bien puestos y tal vez, tengamos presentes a los que teníamos olvidados y ya no veamos la vida como espectadores, sino que aprendamos a vivir cada día, como si fuera el último que tenemos en las manos.