No busques
más palabras ni conceptos, llámame por mi nombre y defíneme por lo que al
tratarme me conoces…
No me toques
la cabeza, no doy buena suerte, ni tengo magia; salúdame como saludas a un
amigo o a un hermano…
No me
preguntes cómo mido, mira como doy la talla…
No te rías
de mí, riéte conmigo…
No me trates
diferente, prefiero un trato fraterno.
No me
condiciones por mi condición…
Sácame de
cualquier cuento; déjame escribir mi propia historia…
Algo si te
digo, aunque todo lo veo grande, nada me queda grande, porque como tú, yo lucho
por hacer realidad mis sueños y superar mis miedos…
No me afecta
mi estatura, porque estoy a la Altura de las Circunstancias…
Así de simple…
3 comentarios:
whoa que historia,la apruebo! :´)
bonito ese es un ejemplo para salir adelante!:´)
Muchas gracias...
Publicar un comentario