Otras, solo se quedan con lo que ven en ella, una silla más, una persona x como todas… que le pasa el tiempo, enfrenta el frio, el calor, las hojas del otoño, el invierno… y cuando alguien les pregunta su opinión sobre ella, dicen: es una silla, útil… hasta bonita se ve cuando uno la mira bien… la he visto algunas veces… o quizás no ha habido suficiente tiempo para ver como es, es una buena persona, poco se le conoce, pero cae bien…
Pero hay quienes en su caminar, deben esforzarse un poquito de más, porque a simple vista son más pequeños y frágiles, son almas soñadoras, que en su lucha diaria tropiezan muchas veces, pero no se rinden ante la dificultad, aunque encuentran piedras en el camino o los demás les miran indiferentes o distintos, sin percibir en su pequeñez, la grandeza de Dios que escondida está… Sólo un alma, como ésta, humilde y sencilla, es la que en su andar puede descubrir a primera vista a esa personita, que nació para donarse y servir, como esa silla que en el parque silenciosa está; viendo en ella la obra que el Creador ha querido al mundo regalar… No pasa de largo, se detiene, contempla y le pide mucho a Dios que le permita de ella disfrutar y saberla valorar…

En almas así, es posible descansar y plenamente confiar, con ellas se hace realidad el milagro de la verdadera amistad, porque son personas realmente especiales, que no hacen alarde de lo que tienen y son, simplemente se entregan sin condición a quién se atreve a descubrirlas por obra y gracia de Dios, aunque ante los demás, pasen muchas veces desapercibidas como esa silla que en el parque, silenciosa y sumisa está; así suele pasar… lo esencial se hace invisible ante los ojos de la humanidad que no sabe ver más allá… Yo te descubrí y ahora eres más que una silla en el parque, eres lo más grande y valioso que el Amigazo me ha sabido regalar, GRACIAS POR TU EXISTIR, SER, HACER, ESTAR Y PERMANECER… Me haces mejor persona cada día, enséñame lo que es para siempre, quiero que nuestra amistad dure más allá de la eternidad.
2 comentarios:
Me ha parecido precioso, gracias por compartirlo
"Como una silla en el parque"; al leer tu texto de principio a fin, el título de por si ya me dijo mucho.
Yo me he sentido, y me siento como una silla en un parque; solamente las almas grandes saben mirar como el Principito con los ojos del corazón...,¡igual qué tú, quizás por eso no eres invisible sabes amar la verdad vive en ti!
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