En estas fechas, cuando vemos que se nos acaba un año más, y es hora de retomar las huellas que vamos dejando, en la medida que avanzamos hacía nuestros sueños, así sea sintiendo, que aún desde una discapacidad, no nos detenemos ni renunciamos, sino que seguimos caminando, superando las dificultades, con la mirada hacía lo que tanto queremos, dando PASOS CORTOS CON PISADAS FIRMES, que intentan transformar y renovar la historia para darle valor y sentido a nuestra dignidad como seres humanos, que piensan y actúan en grande, porque nuestro espíritu es GIGANTE y simplemente se esconde en un cuerpo PEQUEÑO…

Ahora, cuando nos damos cuenta de los que estamos presente, los que iniciaron con nosotros y se han quedando en el camino; los que nos apoyan en la distancia, los que se unen al equipo venciendo la rutina y el tiempo sin dejar que nos gane el olvido; y sobre todo aquellos que lucharon con empuje y dinamismo a nuestro lado, siendo más que compañeros, hermanos y amigos, y que habiéndole llegado su tiempo, ahora con el Amigazo desde el cielo nos manda su fuerza y energía, para que nunca renunciemos ni nos sintamos rendidos…
Ya muchos de nuestros Padres, han podido experimentar que son realmente elegidos, para cuidarnos y ayudarnos a hacer nuestros sueños realidad; y tantos de nosotros, hemos encontrado en este lugar, que unidos podemos vivir experiencias únicas que nunca creímos se nos pudieran dar y que en equipo, apoyándonos mutuamente, haremos nuestros sueños realidad…
Hay que seguir adelante trabajando constantes, por nuestros derechos y dignidad, dando testimonio de la grandeza que se esconde en lo más sencillo que Dios con su infinito amor ha querido crear… El mismo, que lo es Todo, se hizo pequeño como un niño, y siendo el Rey, nació en el más humilde de los pesebres; El con su vida, nos dio el más grande ejemplo de inclusión, integración, caridad y amor, porque nunca rechazó a nadie, a todos los seres humanos acogió… El, le dio otro sentido a las palabras que el ser humano se inventó, le cambió el concepto a la belleza, a la grandeza y a la perfección, y para descubrir ese verdadero significado, simplemente hay que abrir los ojos del corazón…

No se necesitan tantas palabras para entenderlo, no hay que ponerse de acuerdo para sentirlo, no hay que quitar o poner nada, no es cuestión de altura o de estatura, simplemente hay que darle el verdadero sentido…
Por todo esto y por mucho más… es que debemos abrir las puertas de nuestro corazón para que Jesús nazca en cada uno de nosotros en esta Navidad…
FELIZ NAVIDAD… !!!
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