
Cuando no hay voz, sobran muchas veces las palabras, no se hace necesario decir nada, porque es tanto el sentimiento y la emoción que brota por si solo, se escapa fuertemente de lo más profundo del corazón…
Y es tan fácil percibir el dolor aunque el lamento surja sin voz; y se puede contagiar la alegría, con solo tropezar tu mirada con la mía, y es posible sentir lo que el otro siente, cuando están las almas realmente muy unidas, aunque ninguna voz lo exprese y no existan más palabras que del corazón sus latidos y del ser los suspiros que se desprenden sin decir nada pero que se escucha y se ve aún sin ojos ni oídos

Cuando no hay voz, han sentimientos ocultos, lamentos callados, miedos disfrazados, que añoran liberarse y poder ser escuchados, para que el sentimiento se instale en otro corazón; el lamento encuentre su consuelo y no encierre en sí mismo más dolor, el miedo sea vencido para poder dar pasos reprimidos y hablar de todo aquello que no ha encontrado palabras y se encuentra demasiado escondido…

Cuando aún hablando sin voz nos entendemos y logramos expresar y escuchar a quienes queremos, es porque nos une el más grande y sincero sentimiento de amor y amistad que se fusionan y hablan sin Palabras, abrazan en la distancia y permiten que se sientan siempre unidos tu corazón y mi corazón, escuchando cada uno de sus latidos, aún sin voz…
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