lunes, 28 de diciembre de 2020

LA IGNORANCIA NOS HACE CAER EN LA CRUELDAD...

De niña, siendo inocente, creía que el 28 de diciembre era el día de hacerle bromas a los demás y reírme de que siendo inocentes y confiando en mi inocencia, no vieran en mi ningún gesto de malicia o crueldad que los hiciera caer en mi broma, para luego reírme de ellos y sentirme triunfadora, porque lo logré.

Yo no sabía el por qué de ese día, y eso no me hacía inocente, sino ignorante; y en mi ignorancia, me estaba forjando conceptos erróneos, como que no es malo jugar con la confianza e inocencia de los demás y que todo aquello que llevara como apellido inocente, era válido, como las mentiras inocentes, las bromas inocentes, los comentarios inocentes, etc. Eso era lo que el mundo me estaba enseñando y lo que para el mundo se hacía normal.

Pero con el tiempo, conocí la verdadera historia: “El Día de los Santos Inocentes es la conmemoración de un episodio hagiográfico del cristianismo: la matanza de los niños menores de dos años nacidos en Belén (Judea), ordenada por el rey Herodes I el Grande con el fin de deshacerse del recién nacido Jesús de Nazaret”. Y entendí, que ese día en que buscaba ingeniarme todo tipo de bromas para hacer caer muchos inocentes y reírme de ellos, era un día en que realmente se hacía memoria de tantos niños inocentes, que fueron asesinados por causa del odio, la ambición, la mentira y la crueldad. Y comencé a pensar en como la historia sigue sucediendo, con tantos niños inocentes que son asesinados antes de nacer y tantos más que mueren luego de sufrir abusos, violencia, hambre o estar en medio de una guerra, de la cual no tienen culpa.

Con todo esto y en pleno SXXI, donde todo se conoce porque el conocimiento está al alcance de la mano y se publica por todos lados, existen muchos Herodes que siguen haciendo de una fiesta de bromas e inocentadas, esta fecha que podría ser para honrar la memoria de tantos inocentes que siguen muriendo en el mundo.

Reírse de la inocencia del otro, es cruel…
Aprovecharse de la confianza del otro, es traición…
Minimizar la burla como algo inocente, es maldad…
Acomodar las cosas a como nos conviene que sean porque nos exoneran, es deshonestidad….
Jugar con el otro, sin que el otro sepa que es parte de un juego, y pierda autoconfianza y confianza en los demás, es crueldad.

Soy una persona con muy buen sentido del humor, que se ríe de los chistes más bobos del mundo, que ha aprendido a reírse de sí misma y si, de los demás, pero con ellos allí presentes, en la camaradería y la amistad, conociendo mis límites y no haciendo nada que no quisiera que me hicieran; sintiéndome avergonzada cuando quizás me sobrepaso en algunos de mis chistes, como cuando juegas con tus hermanos a los golpes y terminan golpeándose duro y sintiéndose culpables, eso lo he vivido, y lo enmiendo apenas me doy cuenta, y algo aprendo. Y por todo eso, es que hoy saco esta reflexión, y hago silencio y oración, por todos los niños inocentes que hay muerto y siguen muriendo en el mundo.

Que la ignorancia no nos haga crueles y que la malicia no destruya la bondad.
Hagamos vida esas frases que todos repiten: No hagamos lo que no queremos que nos hagan y tratemos como quisiéramos ser tratados… Eso nos ayudaría a la Paz.