Desde ese
día, ese fue mi primer dia del resto de mis días sin ti y con el paso del
tiempo:
Sigues
presente, de otro modo, pero sé que no te fuiste, te quedaste en todo lo que
amaste y eso siempre lo siento…
Duele,
de otro modo, pero duele, no con angustia, duele con paz, porque el tiempo te
ayuda a que te duela diferente, a que te duela sin llorar…
Te
extraño, aún me pregunto muchas veces, cómo sería todo ahora si nunca te
hubieras ido; ha quedado tu silla vacía en muchos de nuestros acontecimientos y
tu espacio en cada fotografía en la que no has salido…
Han
pasado muchos años, luego de todo eso, y todo ha cambiado en nuestra familia,
en nuestro mundo, unos han llegado, otros se han ido; algunas cosas ya no
están, otras han tomado otro lugar, y hay muchas más que han aparecido; pero en
todo eso, sigue quedando tu vacío…
Con
el paso del tiempo, dejamos de nombrar, pero no de extrañar; dejamos de llorar,
pero no de añorar; dejamos de esperar, pero no se pierde la esperanza que algún
dia nos volveremos a encontrar…
Con
el paso del tiempo, no nos acostumbramos a la ausencia, pero aprendemos a vivir
sin la presencia; y cada día que pasa, si lo vivimos con Fe, nos llenamos de
fortaleza y logramos nombrarte con mucha paz, con el orgullo que nos das, con
el privilegio que sentimos de ser parte de ti y de mantenerte vivo…
Con
el paso del tiempo, la muerte deja de ser un misterio, porque te ha tocado
vivirla; puede seguir asustándonos, pero ya no nos sorprende; porque sabemos
llega en cualquier momento, así que hay que aprender a disfrutar y valorar lo
que tenemos…
Con
el paso del tiempo, me doy cuenta que cuando amas de verdad, no nos separa la
muerte, tal vez ya no estás ni estarás, pero siempre has estado en mi vida
presente…
Con
el paso del tiempo, siempre he sentido tu presencia, tu bendición, tu compañía…
no te has ido, solo vives de otro modo y mientras tenga Fe y mantenga vivo mi
amor por ti, así será toda la vida…