
Me haré presente en la palabra o frase que haga que de mi te acuerdes, al escuchar alguna canción o ver cualquier imagen que me refleje; también cuando sientas paz en tu alma, sin ninguno motivo o razón, sabrás que Dios la puso ahí, porque escuchó por ti mi oración…
Tal vez en el vaivén del camino, tropezando con más personas, conociendo más amigos, no pienses tanto en mí, llenarán tu tiempo las nuevas experiencias que escribirán otros contigo en este nuevo capítulo; pero en lo más profundo de tu corazón, aún en el silencio o cuando creamos que ya todo pasó, yo se que existe una habitación, en la cual reposo y te cuido, para que en tus tropiezos nunca más sientas tristeza, vacío o desolación y sepas que cuentas conmigo…
Me hace feliz saber que muchos disfrutan y valoran, todas las cosas hermosas de tu ser y hacer que te hacen especial y te adornan; me da la plena tranquilidad el sentir, que cuando yo no esté ahí, no sentirás soledad, hay quienes se esfuerzan por darte lo mejor de sí y brindarte su amistad… yo sabré estar en silencio o hablarte; hacer que me veas u ocultarme, de acuerdo como consideres sea lo que deseas en ese momento vivir… Y si en ese caminar, algo te hace tropezar y las piedras hieren tu paso, no te detengas ni temas, yo me pongo las alas y llego hasta donde estás; sólo házmelo saber, recuerda nuestro pacto de avisar, cada vez que algo nos preocupe o haga el corazón doler; de esta forma me las ingeniaré para estar junto a ti, cuando yo no esté…
